jueves, 7 de octubre de 2010

El hueso de Ishango

Muchos nos preguntamos desde cuándo el ser humano ha tenido la necesidad de utilizar mecanismos que le permitiesen realizar operaciones matemáticas. Suele fijarse como hito para separar la historia de la informática de la prehistoria de la informática la aparición del primer ordenador electrónico. En esta prehistoria informática abundan las máquinas de cálculo basadas en engranajes y mucho antes los ábacos.

Pero la entrada de hoy versa sobre un mecanismo con más de 20.000 años de antigüedad. El hueso de Ishango es un fémur de babuino que se encontró en una zona de África conocida como Ishango, una zona cercana al lago Eduardo y al nacimiento del Nilo. La civilización que usó este hueso probablemente quedó sepultada por un volcán.

Actualmente se exhibe en el Real Instituto Belga de Ciencias Naturales (Bruselas, Bélgica). El hueso mide un 10 cm y tiene una incrustación de cuarzo en uno de sus extremos. Observando el hueso longitudinalmente se puede ver que tiene una serie de muescas agrupadas en tres columnas.



A priori, se pensó que la utilidad de este hueso era el conteo, pero investigaciones posteriores han dado luz a teorías muchos más interesantes.

En la columna del medio se puede ver que hay 3 muescas juntas seguidas por 6, justo el doble, esta operación se repite para el número 4 y su doble 8. A continuación hay 10 muescas seguidas de 5, justo la mitad. Esto ha hecho pensar a muchos científicos que los autores del hueso conocían la multiplicación y la división por dos de números simples.

Los números de la columna de la izquierda corresponden con los números primos comprendidos entre el 10 y el 20. En la columna de la derecha aparecen los números 10-1 y 10+1 y 20-1 y 20+1. Además todos los números en ambas columnas son números impares.

Si se suman las muescas de las columnas laterales se obtiene el número 60 en ambas y se se repite esta operación para la columna central se obtiene el número 48. 60 y 48 son múltiplos de 12.

Que en un mismo sistema de conteo aparezcan dobles y mitades, números impares y primos agrupados y múltiplos de 12, un número muy usado a lo largo de la historia, ha hecho pensar que quizá esta sociedad tuviese conocimientos matemáticos que iban más allá del conteo.

Otros estudios apuntan a que las marcas pueden corresponder a un calendario lunar para seis meses o incluso que fue usado por una mujer intentado asociar su ciclo lunar con su ciclo menstrual.

Pese a que no dejan de ser teorías, me parece muy interesante la existencia de este hueso, puesto que hace pensar que ya en el paleolítico había gente que intentaba manejar los números mediante algún tipo de mecanismo.

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